lunes, 22 de octubre de 2007

Por qué Vallejos debe salir del MINSA


Luego de quince meses de gestión gubernativa al frente del MINSA, la percepción que la mayoría de la población tiene del sistema de salud es que éste ni siquiera previene o cura, sino que hasta puede infectar o matar. A pesar de que las percepciones no son la totalidad de la realidad, basta con que exista la sensación de desprotección para que la desconfianza se instale. La cara visible de la salud pública nacional es Carlos Vallejos, cualquier nueva percepción favorable de la gente hacia el sistema pasa por la ausencia de éste. Así como no se cansa de repetir el Ministro que es un hombre honorable, justamente su dignidad debería confrontarlo para darse cuenta de que hoy es más un lastre que un impulso para el sector.

Algunos casos. En lo referido a la corrupción en el SIS, en el momento en que más se necesitaba honestidad para ayudar a los damnificados del sur, sus funcionarios optaron por robarse el dinero; Vallejos afirma que se trata de una OPD, que no tiene por qué saber de esas decisiones y que su reflejo fue eficaz al cesar a Julio Espinoza. Pero el tema no pasa por ese aspecto. Espinoza es un viejo cuadro aprista en salud, mantuvo aspiraciones ministeriales y fue director del Hospital María Auxiliadora, centro en el que funciona una de las redes de corrupción en salud más eficaces. Por ese motivo Espinoza ex Jefe del SIS tiene procesos administrativos y penales abiertos. Vallejos sin duda sabía de las acusaciones de corrupción y de los procesos, a pesar de ello lo nombró en el SIS; y en el supuesto negado de que no supiera esos antecedentes, peor aún su ignorancia cuando todo el ámbito de la salud sabe de que pie cojea Espinoza.

De otro lado, el MINSA ha reconocido que compró anticonceptivos en mal estado http://www.minsa.gob.pe/portal/ogcminsa/spv-notas.asp?np_codigo=5213. La propia DIRESA San Martín, ante la solicitud de la sociedad civil, en documento oficial informa sobre el lote en descomposición. Lo que pudiera pasar por una negligencia linda la corrupción cuando confirmamos que el proveedor de estos insumos médicos es ESKE Group, cuyo principal accionista es Hugo Díaz Lozano, candidato al Congreso en 2001 por el Apra y médico del último hijo de Alan García; grupo que también se benefició con la adquisición de las vacunas para la rubéola en 2006, y que es proveedor de las Boticas del Pueblo. Como vemos, todo un enjambre pro salud nacional. Asimismo, según reportes de sociedad civil, existe un potencial desabastecimiento en distintas regiones en insumos para salud sexual y reproductiva, lo cual evidencia una inacción inaceptable.

Mientras tanto el presupuesto público se viene incrementando, pero el gasto nacional en salud como porcentaje del gasto público total ha retrocedido. Así, el presupuesto del Estado crece pero no en igual forma el del MINSA. Lo que evidencia por un lado un caduco sentido común económico por parte del Poder Ejecutivo, y una incapacidad manifiesta de Vallejos para lograr que la salud sea considerada como lo que es, una de las bases de cualquier proyecto de desarrollo. En el periodo 2003 2007 hay una caída al 5.3 % del PBI del gasto nacional en salud.

En lo relacionado a las infecciones con VIH en hospitales públicos, el 20 de octubre se ha emitido sentencia por el caso de los bebes infectados en la Maternidad de Lima en 2004, condenándose a enfermeros, tecnólogos y hasta al donante, dejando de lado al que en esa época fuera director del establecimiento, el médico Víctor Bazul. Varios de esos niños han fallecido y ni la gestión de Mazzetti ni la de Vallejos se responsabilizan del enorme daño causado. Es más, en los últimos meses se presentaron nuevos casos en Lima, Callao y Chimbote, frente a los cuales Vallejos ha señalado a cada micrófono o cámara que ha tenido al frente, que se ha conformado una comisión interministerial de reparaciones, la cual hasta el día de hoy 21 de octubre es inexistente. Hasta el momento los peruanos seguimos desprotegidos frente a las negligencias, errores o abusos que nos puedan dañar en un establecimiento de salud público o privado, condenados a esperar la gracia presidencial como en el caso de Judith Rivera.

Ese es un breve repaso de algunas de las razones por las que se cuestiona la presencia de Vallejos al frente del MINSA, sin ahondar en las denuncias de malos manejos cuando fue Director del INEN, los tratos de éste con Oncosalud, del que es accionista, o el evidente conflicto de intereses del que es parte al haber modificado el Reglamento de Ensayos Clínicos durante su gestión siendo él uno de los principales investigadores clínicos del país según información pública del INS http://www.larepublica.com.pe/content/view/143388/30/. Existe también una desorientación programática y una falta de rectoría del MINSA, que permite que negocios como los llamados Hospitales de la Solidaridad de la comuna limeña hagan cirugías en lo que fueron containers en cualquier avenida de Lima o hagan trabajar a médicos al destajo. Hace unos meses la encuesta de la PUC sobre salud demostraba que muy pocos conocían a Vallejos, hoy muchos lo conocen pero por los escándalos suscitados.

Vallejos dice tener la confianza de su presidente. Pues más parece suyo que de los peruanos. Del Castillo dice que la aprobación de la interpelación a Vallejos es un ataque a la gobernabilidad, lo cual sabe que no se sostiene; además es indicativo que Unidad Nacional, que tanto habló de la salud como eje de su plan de gobierno en la campaña, acepte las explicaciones un Ministro tan debilitado frente realidad sanitaria nacional. Pero no es sólo asunto de su salida pronta o futura, sino de contar con un equipo de gestión capaz; los voceados Daniel Robles, Luis Pinillos o Elsa Mantilla no significarían cambio. Ni Jaime Chincha, periodista de las canteras de Canal N hoy al frente de la Oficina de Comunicaciones del MINSA, puede cambiar, a pesar de sus esfuerzos, esta realidad y las percepciones de la gente sobre la salud nacional.

Alexandro Saco
21 10 2007


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