miércoles, 7 de enero de 2009

Objetivo: truncar Palestina


El objetivo latente es truncar la viabilidad del legítimo proyecto palestino. Eso se apoya en el terror y el castigo a la población, para construir sobre los escombros de los territorios ocupados y asediados otra realidad. La aceptación de un Estado Palestino por parte de Israel, es un discurso que se percibe hoy vacío con mayor nitidez. No se trata de Hamas, sino de los palestinos en general. Los misiles sobre escuelas, mezquitas, comisarías, la Universidad de Gaza, o los asesinatos a sangre fría que se vienen documentando, expresan el trasfondo de mejor modo, pero esta secuencia se viene produciendo desde hace décadas. El bloqueo por tierra, mar y aire contra un millón y medio de seres humanos en Gaza es un acto de guerra tan incuestionable como un ataque con bombas o misiles.

Los argumentos pro israelíes* son endebles porque se sustentan en negar u obviar la realidad que la creación de Israel y la posterior ocupación han producido. Cuando la realidad es enterrada para travestirla en hechos que no son independientes de un contexto mayor, la ocupación y la opresión de Gaza y Cisjordania pueden ser anuladas de la discusión. Hamas es producto de la ocupación, fue alentado por Israel contra Al Fata de Arafat hasta proporcionándole armas para ese combate. Si el pueblo israelí sufre por las acciones de la resistencia palestina, usando el mismo argumento pro israelí que señala que Hamas es culpable del sufrimiento palestino, entonces el gobierno israelí es el culpable de sus víctimas civiles.

La desproporción que los pro israelíes se esfuerzan en refutar, es lo de menos. No se trata simplemente de una guerra desproporcionada, sino de resquebrajar lo que sobrevive de organización palestina vía masacres, asesinatos y represión; y esa intención es peor que la fuerza militar utilizada. La historia de las últimas décadas, como cualquier mapa lo demuestra, va hacia la desaparición Palestina. Y hoy que ya es evidente aquello, el poder mundial por diversos factores es cómplice de esa continuidad. Ante eso, como es lógico por que no hay otra opción, los palestinos no se van a rendir; por eso la necesidad de llevar la ocupación a límites entendibles cuando el objetivo es mayor que destruir a Hamas.

Como señala León Rozitchner en un interesante artículo, Israel ha confundido la culpabilidad del genocidio sufrido por los judíos. En lugar de señalar a los responsables europeos y cristianos del antisemitismo milenario, luego de la segunda Guerra Mundial se ha acercado a ellos y entre ambos han encontrado un nuevo culpable del antisemitismo: los palestinos y los musulmanes en general. Así se entiende mejor la obsesión sobre Irán. Rozitchner sostiene además que la expulsión de los judíos de Europa en el siglo XX, convirtió a Israel en la vanguardia, ahora judeo-cristiana, frente al peligro musulmán. Recordar la responsabilidad de Europa en la historia judía y en el despojo palestino hoy no es conveniente.

Los palestinos pagan una culpa histórica que no les corresponde y por eso lo arraigado de su reacción a la ocupación. Siguiendo el desarrollo de los hechos y con un presidente acorralado en este tema como Obama en los EEUU, es probable que en un par de décadas la nueva configuración de la zona en conflicto, lleve a una irremediable formalización de la desaparición palestina del mapa. Por eso hoy más que antes, es necesario deslindar con esta secuencia envilecida que ante nuestros ojos está avanzando y en la que muchos ilusamente pretender colocarse al centro. La imparcialidad en esta etapa del conflicto en Medio Oriente, como frente a otros episodios históricos, puede devenir en complicidad.

Si bien existe una violencia que daña a israelíes inocentes, ésta es sustancialmente producto de la desesperanza e impotencia que habita en el imaginario palestino. Qué puede hacer un joven que ve cómo un misil aniquila a toda su familia, destruye su universidad, o ve a su padre ser literalmente pisoteado o cruzar por una jaula para ir a construir sobre terrenos confiscados a palestinos modernos edificios israelíes. No caigamos en los enredos pro israelíes. La secuencia y los mapas que muestran el avance imparable de la ocupación develan reales intenciones, y son opuestos al discurso de la co-existencia de dos estados.

Justamente porque creemos que Israel tiene el derecho a existir, a pesar de la forma en que se constituyó, es que alertamos sobre el germen de su inviabilidad que está construyendo en estos tiempos la visión de sus políticos frente a Palestina. Si se cumple el deseo de truncar toda posibilidad de concreción de las demandas palestinas, la inviabilidad de Israel será manifiesta. Al contrario, si hubiera voluntad de convivencia Israel podría consolidar su desarrollo en la región. Pero no lo quieren ver, y nos acusan de anti judíos o antisemitas por confrontar al pro israelismo, cuando nuestra crítica respeta al pueblo judío y esperaría que haya una vuelta de tuerca. Al parecer es tarde para eso y las elecciones israelíes de febrero de 2009 marcarán el hito definitivo de la limpieza étnica normalizada en Palestina, porque la competencia electoral consiste en matar palestinos.

* Defino como pro israelí a aquellos grupos o personas que en el debate del conflicto entre Palestina e Israel niegan, soslayan o silencian la ocupación y las consecuencias de la creación de Israel sobre los palestinos.

Alexandro Saco
6 1 2009

No hay comentarios.: