jueves, 15 de diciembre de 2005

OLLANTA: HISTERIA Y FRUSTRACIÓN

Histeria conservadora y frustación popular

Es asombrosa la forma en que políticos y medios de comunicación le están allanando la presidencia a Ollanta Humala. Similar satanización se aplicó contra Fujimori o Toledo. El conservadurismo cree que asociarlo con todas las desgracias posibles limitará sus opciones. En una entrevista le leen las declaraciones de Woodman, Espá, Mariategui, Paredes Castro, Jorge Del Castillo, José Barba, y Humala se ríe.

De un 3% hace un par de meses, hoy bordea los trece puntos, es decir, ha crecido más de 400%. La tendencia es clara. Se habló durante los años del gobierno de Toledo del outsider. La gente con Humala le responde a la indolencia política, a las guerritas mediáticas, a la CADE, a la CGTP. Alan pretende robar las banderas del descontento popular, a Lourdes y sus asesoras colombianas el ratón les comió la lengua, Paniagua no consolida la alianza y Salinas firmó su epitafio con Solari.

Chavez, Evo, Fidel y si quieres Sadam u Osama
Dicen que Chávez financia a Humala. Acaso los social demócratas o los demócratas cristianos o los liberales no tienen sus redes de financiamiento. La política nunca se define sólo al interior de las fronteras nacionales.
Mientras más adjetivos se le coloquen, mientras más esvásticas se le cuelguen en las portadas de Correo, mientras más lo crucifique la CONFIEP o lo pretendan asociar con Montesinos o distorsionar su sueldo en Paris o Seúl, más crearán un escudo en sus electores. La gente en el Perú puede que sea ignorante, pero ignorancia no es igual a estupidez; se perciben los cargamontones.

Partir en dos
Se dice que Humala quiere partir al Perú. El Perú está partido antes de que Humala nazca. 52% de pobres; costa exportadora agrícola, sierra desolada y selva con mafías; medio país detesta a la CVR y la otra mitad la considera respetable; 3 millones de peruanos fuera y la mitad que se iría si tuviera visa; medio país cree en el TLC y la otra mitad desconfía de su firma; casi un 40% del país no tiene acceso a la salud, un porcentaje alto no tiene agua potable; 10 mil pensionistas se llevan el grueso del dinero, 800 mil más gozan de una pensión y millones de adultos mayores no cobran un sol. A pesar de eso, se afirma que Humala es quien recién va a partir al Perú.

Espejo
El rechazo a Humala evidencia por un lado cómo se personifican los males del país en una persona. Y por el otro lado cómo un sector del país personifica en alguien sin experiencia, su anhelo de salir de las frustraciones.

Que la ideología del padre Isaac es una locura, que es racista y xenófoba, que no tiene ningún asidero en la realidad del Perú, es cierto. Quien crea en los planteamientos del padre de Humala es un alucinado, y si Ollanta Humala los avala en su fuero íntimo está perdido.

Una forma de limitar el crecimiento que puede tener en las urnas, es colocarle límite a sus intenciones. Forzarlo a entender que el país no da para un nuevo iluminado, pero tampoco aguanta los gritos conservadores. ¿Cómo se logra eso y de dónde debiera salir? Otra vez el llamado es a la sociedad organizada que se viene moviendo en asuntos como racismo, salud, derechos humanos, políticas públicas, etcétera.

Ollanta Humala no es un salvador, ni tampoco un Hitler andino, que eso es lo más fácil de decir. Sólo es un aspirante a político de la vertiente militarista autoritaria latinoamericana, que ante la absoluta mediocridad de los partidos aspirantes a la presidencia, con su energía y la correa con que hasta hoy aguanta todas las insinuaciones, los viene superando. Ollanta es el espejo de la histeria conservadora y de la frustración popular.


Alexandro Saco
Civilización
www.radiosanborja.com
28 11 2005

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