lunes, 20 de febrero de 2006

Cachaquito mata terrucos

Básicamente, si fuera el caso, resulta lo mismo un personaje que viola con acciones los derechos humanos que aquel que lo hace con omisiones o negaciones. ¿Hay diferencia entonces entre los supuestos delitos sobre DDHH de Ollanta y la negación que Lourdes hace de algunas de las más importantes conclusiones de la CVR? Pues no la hay, y si hurgáramos qué motivaciones existen detrás de cada candidato en particular, la valla ética terminaría desmoronada. Peores resultan los casos de Alan y de M. Chávez, el primero con la responsabilidad política de miles de muertos y la segunda con el desparpajo con que hasta hoy declara sobre DDHH y terrorismo.

Según se sabe, en épocas de la peor violencia senderista, con zonas liberadas del control estatal, el ejército, en acuerdo con la autoridad política de turno, encomendaba a inexpertos oficiales el control político militar de determinada zona del país. Así, un muchachito veinteañero terminaba siendo el único representante del Estado en Madre Mía o en Madre Tuya. El gobernante, ante la carencia de estrategia, encomendaba al militar de alto rango. Éste a sus subordinaos y quizá éstos a los sub oficiales, y así el círculo se completaba. Ese círculo en el que la mayor responsabilidad de lo ocurrido, como lo dice la CVR, se halla en los representantes del Estado y en los alzados en armas. Es tan distante como una película antigua, analizar hoy las condiciones de la guerra interna con la “autoridad” de la pantalla o de la rotativa.

Y son justamente, en la mayoría de los casos, los que hace poco defendían a los militares como intocables por los abusos que hubieran podido cometer, los que hoy se rasgan las vestiduras por los madremianos. Es que, en la mayor parte de casos, no se trata de defender a las víctimas de violaciones a los DDHH, sino de conservar poder. ¿O no fue luego de decir que Delgado Parker debía pagar su deuda al Estado que Panorama se convirtió en la CVR mediática? No es por los DDHH de gente inocente por lo que se hace el escándalo, sino por el pánico a perder el statu quo. Ese mismo statu quo que nos dice cada media hora que en Ica hay pleno empleo, pero aun así se trabaja 14 horas por 400 soles sin seguridad social ni vacaciones.

No es que a ese importante porcentaje que piensa votar por Ollanta no le interesen los DDHH de los inocentes torturados o muertos en el conflicto, es que antes les interesa sus propios derechos humanos a la salud, a la educación, a no morir en la carretera, a informarse libremente. Si tuviéramos 20% de pobres de seguro nuestras elecciones serían menos impredecibles, pero mientras las condiciones, que no es necesario repetir, se mantengan, siempre estará la puerta abierta al discurso confrontacional.

Lo políticamente correcto hoy es arrinconar una candidatura y justificar a las otras dos así sepamos que éticamente no son superiores. Pero como la supuesta acción es más visible que la omisión, nos curamos en salud con ello. Lo que Lourdes, Alan, Valentín o M. Chávez hicieron o hacen no fue ser jefes políticos militares de un oscuro paraje del Perú a los veintitantos años, sino con sus actos políticos invisibilizar, negar la existencia y los derechos de miles o millones de personas. Del mismo modo en que con 20 mil muertos estábamos satisfechos y ante la constatación de que eran 70 mil se pretendió seguir invisibilizando a las víctimas, hoy se quiere tapar el sol con un dedo, y más allá de entrar con apertura al asunto, se enfoca un punto que no explica la complejidad del conflicto.

Y lo más triste de todo para la clase política y para el consenso mediático, es que la gente se da cuenta de las inconsistencias y de los intereses que en la mayoría de los casos existen detrás de las críticas y denuncias. No hay esa enorme valla ética entre tales y cuales candidatos. Hoy existe la misma miopía que como una condena nos impide ver lo que subyace en las corrientes y preferencias electorales. No es que, en la mayoría de los casos, importen los DDHH: Es que hoy esa bandera es útil a determinados intereses.

Es un hecho que hubo violaciones sistemáticas a los DDHH que la CVR comprueba. Lourdes las niega y nadie en la TV o los diarios se lo recuerda, Giampetri y Alan no aclaran El Frontón. Es que sucede que cachaquito sirve cuando es necesario ir al monte a matar terrucos, y si se confunde dependiendo del ánimo limeño es soldado de la patria. Ah, pero si cachaquito quiere ser presidente, ahí te las saco todas. Mientras tanto, los políticos y los medios denostaban las verdades de la CVR, de las que hoy se cuelgan como lianas. Cachaquito… ni se te ocurra.

Alexandro Saco
20 febrero 2006
Civilización
www.radiosanborja.com

2 comentarios:

AMDG dijo...

A ver si se informa usted mejor antes de dejar comentarios sobre supuestos genocidios:

http://www.michaeltotten.com/archives/001055.html

Anónimo dijo...

michael la agudeza de tu respuesta me hace preguntar si eres totem o tabu.(totem) ya que quieres sostener iconos que estarian tranquilamente en el circulo infernal dantiano de los sanguinarios,te dejo el trabajo de leer la comedia y averiguar en que circulo se encontrarian tus iconos y con que personajes.(tabu)porque quieres negar, ocultar, soslayar la enorme laceracion y dolor que aun subsiste en la conciencia nacional?, quieres pasarle una mano de pintura fosforada a la historia peruana. tanto a los que quisieron cambiar nuestro pais con metodos violentos como los que pacificaron con metodos violentos han de ser juzgados, sentenciados con los metodos de la justicia y la ley.