sábado, 30 de setiembre de 2006

Tras la confrontación a las ONG

Se coloca otra vez en el debate la labor de las ONG y el destino de los fondos de la Cooperación Internacional. Pero el tema es más profundo. No es que a algunos sectores les importe si se usan bien o mal los fondos en las ONG, sino que éstos lanzan campañas cuando sienten que sus intereses serán afectados. La sociedad representada de alguna manera por las ONG, no es un peligro para el Estado. Las ONG en la mayoría de los casos sirven para identificar, denunciar y proponer en problemas nacionales de larga data, y permiten algo que se teme: Que la gente tenga voz. Pero como no es políticamente correcto aborrecer la posibilidad de visibilizar a la gente, se crean mitos.

Unos de ellos es el mito de que las ONG en general hacen cosas improductivas con el dinero de la Cooperación Internacional. Una mirada no politizada a las ONG observará que el aporte sobre temas urgentes es constante. El trabajo de construcción ciudadana, en un país en el que la arbitrariedad es la norma, produce reacciones. Sin ONG muchos temas que ahora se discuten estarían aún ocultos. Dicho lo anterior, toda actividad es susceptible a ser optimizada buscando que los recursos sirvan mejor, y si hay distorsiones en las propias ONG éstas deben ser asumidas y corregidas.

Las ONG tienen una intensa actividad y convocan e informan a cientos de miles de peruanos. La paradoja es que los medios de comunicación que nos inundan con melodramas o delincuentes de poca monta, son incapaces de informar sobre la convocatoria que el trabajo de las ONG alienta. Voy a poner un ejemplo cercano. La III Conferencia Nacional de Salud Organizada por ForoSalud, que reunió del 10 al 12 de julio a cerca de tres mil participantes en la Universidad Católica, no fue presentada por ninguno de los grandes y libres medios de comunicación del Perú. Existe arbitrariedad informativa. Cualquier hecho que convoque a unas decenas de personas es referido por los medios si hay una gota de sangre o morbo. Pero cuando se trata de miles de peruanos que vienen desde todas las regiones para gritarle a la capital y al gobierno las condiciones de su derecho a la salud, el silencio informativo es interesado.

La sociedad no puede esperar a ser representada por un Congreso timorato, por un Poder Ejecutivo que navega según el viento, por un Poder Judicial manipulado o por unos ministerios sin perspectiva. La sociedad tiene el deber de organizarse. Y si las ONG pueden contribuir a eso convocando o presentando análisis, ese trabajo debe ser alentado y no combatido. El Estado y el sector privado no tienen la capacidad de englobar toda la problemática social. La Cooperación Internacional no le quita un sol al Estado ni a las empresas privadas, por el contrario cuando es bien utilizada puede ser una válvula para contener conflictos sociales y de hecho propone soluciones.

Como otros temas, éste del financiamiento y la labor de las ONG es recurrente. Habría que decir que el dinero no sólo sirve para hacerse ricos y comprar conciencias, sino también para impulsar los cambios sociales a los que tanto se teme. Imputar que las ONG son instituciones donde el dinero se gana fácil es una majadería y un contrasentido. Que a algunos no les guste que la sociedad pueda tener voz es lo que motiva los ataques.

La sociedad no termina en las pantallas de la TV o en las páginas de los diarios. La sociedad es mucho más diversa y compleja y rebasa al Estado y a los privados. Lo que debería ser atendido como un aporte, cada cierto tiempo es cuestionado. La confrontación básica que refleja este debate es: La conservación del statu quo frente a la exigencia de derechos. Dos perspectivas, dos formas de ver el mundo se confrontan. Es la lucha política de los que creen que el poder debe estar en unas cuantas manos y de los que creemos que el poder debe servir a todos.

Alexandro Saco
26 8 2006

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