domingo, 9 de marzo de 2008

Zapatero again

En el segundo debate entre Zapatero y Rajoy, éste último dejaba caer al piso los gráficos y papeles que mostraba; Zapatero los ponía a su costado. La toma de una cámara colocada sobre la mesa, mostraba este indicativo contraste: los papeles tirados en el piso luego de ser utilizados. El PP no ha tenido reparo en usar a las víctimas de la violencia y todo recurso imaginable para cuestionar la legitimidad de Zapatero. Los papeles tirados en el piso simbolizan el uso interesado de temas sensibles, con fines electorales hoy y deslegitimadores ayer. No han importado los problemas de la sociedad española en esta legislatura: la directiva de destruir la credibilidad del gobierno se desarrolló a cualquier precio.

Al parecer el PP será derrotado nuevamente este domingo 9 de marzo, lo que de confirmarse es una buena noticia para la convivencia planetaria. El PP de Rajoy y la FAES de José María Aznar, son ideólogos de la doctrina de la guerra preventiva, que se sustenta en señalar terroristas para luego proceder a su eliminación o a la invasión de países. Ya hemos visto las consecuencias de esa doctrina en Irak, Afganistán y un olor similar se percibe en el asesinato del número dos de las FARC. Hacia dentro de España el PP y la FAES, son responsables de la crispación continua, de agitar la sombra de la guerra civil; frente a la necesaria modificación de los estatutos de algunas autonomías como Cataluña, afirman que España se está desintegrando.

A Zapatero se le ha fustigado y ridiculizado por varios temas. Uno es su propuesta de conformar la denominada Alianza de Civilizaciones, que puede que tenga un nombre pretencioso, pero es una propuesta que incorpora temas puntuales para acercar aspectos culturales y valores de Occidente al mundo musulmán y viceversa. Ante la guerra preventiva y los millones de muertos y generaciones truncas que ha producido, sin ninguna duda la propuesta de Zapatero es atendible. También se le ha fusilado en algunos medios por avanzar en reivindicaciones necesarias producto de la Guerra Civil. Quizá el caso emblemático sea la devolución de los archivos catalanes que permanecían en Salamanca; para lograr devolverlos a Cataluña se tuvo que recurrir al poder judicial y movilizar a la policía frente a las agresiones de fascistas soliviantados por el PP. El actual Presidente del Gobierno también ha tenido un rol importante en los foros internacionales impulsando la creación de alternativas frente al cambio climático.

De hecho tiene pasivos; no ha podido llevar a buen término las negociaciones con ETA (que Aznar también tuvo), ni se ha involucrado en resolver el asunto Saharahui, manteniendo a ese pueblo en un limbo inaceptable. La inmigración y sus condiciones, como el muro de Ceuta y Melilla, no hallan un marco en el que las reacciones inapropiadas no se acrecienten. Pero no se puede desconocer que el primer gobierno de Zapatero ha hecho un relevante esfuerzo por aminorar la violencia contra la mujer (que debe ser la más alta de los países prósperos) y ha reconocido derechos a la diversidad sexual. Del mismo modo las muertes producto del tránsito (problema grave en España) se han reducido en un porcentaje relativamente importante.

Durante los ochos años de gobierno del PP no se produjo debate de los candidatos a la presidencia; síntoma del autoritarismo encubierto en un falso liberalismo. Ese mismo gobierno, es bueno recordarlo una vez más, fue cínico hasta la locura pretendiendo culpar a ETA del mayor atentado producido en Europa, y hasta hoy es incapaz de aceptar que la situación determinante de esa masacre fue su complicidad con la invasión a Irak. El PP no ha podido consolidar argumentos políticos capaces de llevarlos al gobierno nuevamente. Y tengo la impresión de que eso pasa por el alejamiento de la presente dirigencia. Una derecha no extremista es la única opción del PP para el 2012 y de España para la rotación del poder; sin la influencia de Aznar, sin Acebes ni Zaplana.

La confrontación de las dos españas ha sido evidente en estos cuatro años. La guerra civil para algunos continúa. La iglesia católica española no esconde su violencia política expresada en toda su magnitud en la cadena de radio COPE. El PSOE puede tener deficiencias, pero frente a los actuales dirigentes del PP, al mundo le hace bien la continuidad de Zapatero. Rajoy electo sería un retroceso y fortalecería al extremismo occidental. Las libertades individuales y el desarrollo social en el mundo se fortalecen si Zapatero resulta ganador este nueve de marzo y luego el Congreso de los Diputados lo elija Presidente de Gobierno.
La imagen muestra la Plaza de Toros de Valencia en la que Zapatero realizó uno de sus mítines de campaña.

Alexandro Saco
4 3 2008

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