jueves, 1 de mayo de 2008

Good bye terrorismo - Hello Sloterdijk


El terrorismo ya fue. Es un escudo para aplicar peores armas a otros. EEUU provoca desde 1991 la muerte de alrededor de un millón de iraquíes y los terroristas son los resistentes; Israel borra del mapa progresivamente a Palestina y los terroristas son los que viven encerrados; China está sometiendo a una nación a sangre y fuego y medio mundo le ruega su dinero; y en el Perú tenemos un gobierno que mata campesinos y los terroristas son los poetas de Quilca. Por salud mental, mejor usar lo menos posible la palabra.

Como señala Peter Sloterdijk, “el terrorismo ya es un entretenimiento y los medios son sus cómplices; lo que cabe es ignorarlo”. El uso de la palabra se ha construido desde lo univoco y emana del poder y de los medios de comunicación. En el Perú varios medios de comunicación son cómplices del terrorismo, porque es su ingenuidad o interés repiten lo que exagerados políticos salen a decir. Otra de las ficciones es la de narcoterrorismo; lo que hay son narcos cada vez más poderosos.

Siguiendo nuevamente a Peter Sloterdijk, “los medios apoyan la fascinación por el terrorismo, porque los medios no quieren una liberación”. Que cierto resulta lo que dice el alemán, parece que viviera en Cuzco o en Iquitos. Así, se ha hecho irrelevante el señalamiento de terrorista hacia una persona o grupo por parte del Estado. Los estados han destruido la utilidad que pudo tener esa definición y los que se asumen vencedores o luchadores contra el terrorismo, son, en la mayoría de casos y siguiendo la definición aceptada, igual de terroristas.

Hace unos siglos al hereje se lo debía extirpar del seno social; y qué paso, la herejía se normalizó porque no era tal, sino un síntoma de la diferencia. Qué cosa puede haber más grave que anular al otro o a los otros, no por sus acciones, sino por su pensamiento. La odiología, sí, la odiología del falso liberalismo, primero traicionó a los liberales originales, y ahora con su desprecio anula virtualmente todo lo que se le opone. El falso liberalismo es pro terrorista, por que necesita de él para subsistir.

Superar el terrorismo como el límite de lo correcto es clave. Si eso no sucede, como no ha sucedido con Hitler en el mundo o con Abimael en el Perú, nos seguirán manipulando la mente cada vez que la confrontación se acelere. Y la confrontación se acelerará porque el dialogo languidece y el planeta se acaba. Un discurso político económico único se ha normalizado, e indicativamente asocia el terrorismo a los que impulsan causas como parar la destrucción del planeta creando una situación patas arriba: los que desean parar la destrucción son terroristas, los que la fomentan los correctos.

Los medios de comunicación no muestran humanos masacrados o muertos en Irak o en un paro en Ayacucho. Muestran imágenes. Hace poco un congresista decía: el terrorismo ha vuelto, ahí están las imágenes. Vemos cómo no interesa el dolor humano, lo que interesa es que existan las imágenes que justifiquen decir que el otro es terrorista.

Tantas palabras describen lo que vemos: invasiones intercontinentales, matanzas por ejércitos a civiles, represión, condenas sin juicio, genocidios, desaparición de naciones, bombardeos, medio mundo sin agua segura, muertes por hambre cuando en el mundo hay comida para todos de sobra. Ante esa constatación los que son sus responsables, apelan a la cruz del terrorismo y nos autocensuramos, para no convertirnos en terroristas. Desde ahora usaré esa palabra lo menos posible para analizar hechos sociales, pero permítanme decirles: Los terroristas son ustedes.

Alexandro Saco
27 3 2008

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