Si bien la Teletón aparenta ser un elemento de solidaridad y de confluencia de la buena voluntad, realmente es otra cosa. Jorge Bruce (1) señala: … la grotesca mediatización teletónica, que no es más que otro avatar de un proyecto implícito de envilecimiento colectivo y sometimiento mental… Efectivamente, la utilización de la caridad hacia los niños para obviar la responsabilidad estatal frente a los millones de discapacitados del país, es un acto grotesco y parte de un eco que repite lugares comunes que muchos acaban aceptando.
Si se enfoca la discapacidad es necesario hacerlo de forma integral. Obviamente no es malo que algunos niños puedan acceder a un mejor tratamiento u operaciones que alivien su padecimiento, pero eso es una gota que se pierde en el mar de otras actitudes. ¿Sabe usted quiénes fueron los congresistas que lograron que no se incorpore en la ley sobre personas con discapacidad la obligación de que las empresas de más de cien trabajadores contraten un 2% de discapacitados para labores acordes? Mercedes Cabanillas y Víctor Andrés García Belaúnde. Oficialistas y opositores hermanados para cerrarles el paso al 10% de la población peruana, pero a la hora de las luces primeros en la fila de la caridad.
Por otro lado, el hecho que desencadenó el espectáculo de Palacio, fue el despido de más de un centenar de trabajadores del Hogar Clínica. Pues bien, ya los administradores de lo recaudado a través de un fideicomiso, han anunciado con la lógica MEF, que el dinero no se utilizará en pago de sueldos. Es decir, uno de los problemas de fondo se agrava aun más, cuando son esos trabajadores los que han sacado adelante los talleres y servicios de San Juan de Dios. Y con esa misma lógica, ya se viene proponiendo que la Teletón sea entregada a Ripley o Wong. Todo este cuento sería innecesario si no se habría exonerado, como señala Campodónico (2), de impuestos a los bienes de lujo que se compran en el país, como yates, licores, perfumes u otros, que dejan de pagar 40 millones de soles anuales.
La discapacidad es un problema de salud pública, y como tal responsabilidad del Estado. Que se puedan lograr asociaciones público privadas como plantea el Ministro de Salud, o contar con apoyo privado, es otro asunto. La caridad no debe convertirse en la política de Estado hacia las personas con discapacidad, sino en una cuestión accesoria. Las personas con discapacidad no acceden el Seguro Integral de Salud por ejemplo, ¿cómo se pretende avanzar con caridad farandulera cuando desde las políticas públicas no hay inclusión?
Los cientos de faranduleros y animadores que estuvieron en la Teletón de seguro se sintieron hombres de bien hablando de la columna curva de uno de los niños símbolo. Pero desde sus espacios en los medios de comunicación, la mayoría de ellos fortalece el estigma hacia el discapacitado o no abre el debate sobre la discapacidad. ¿Ha visto u oído usted en algún medio de comunicación nacional algún debate o propuesta que ataque la calamitosa situación de los discapacitados en el país? Pero a la hora de bailar con Alan la cola es larga.
Pero quizá lo más grotesco se reflejó cuando los organizadores no tuvieron mejor idea que exponer a la niña símbolo en un reportaje sobre su mal. La niña al verse en vivo exhibida sin su consentimiento, expuesta, desnudada en su enfermedad, tuvo un ataque de nervios y se puso a llorar y llorar y llorar. Frente a eso Mariella Patriau, que animaba la mascarada, no tuvo mejor ocurrencia que gritarle a la niña que no llore, que todo debía ser alegría, que la plata llegaba en camiones de Alicorp; y la niña llanto y más llanto. Y como dato adicional, una de las causas de que esa niña tenga el cerebro afectado, es una infección intra hospitalaria: una responsabilidad del sistema de salud, que debió ser indemnizada, pero que este ni ningún gobierno asume.
No creo en la buena voluntad de las grandes empresas que han donado supuestamente cifras enormes. Quisiera ver si eso es realmente dinero o especies y si lo gritado con bombos y platillos se hará efectivo. Ya el propio responsable del Hogar Clínica sinceró el tema señalando que los supuestos nueve millones pueden alcanzar para unos meses en determinados campos de atención, si es que no se hace inversión alguna.
El domingo 21 hemos visto una gruesa hipocresía de políticos, medios de comunicación, figuras públicas, actores de pacotilla. Casi todos los mencionados desde sus espacios no hacen nada por el bienestar de los discapacitados, pero al llamado del espectáculo nos venden que el Perú es un país de gran corazón. El año se cierra con la contradicción mayor para lograr el desarrollo: la caridad como política pública. Hasta enternece la huachafería.
Si se enfoca la discapacidad es necesario hacerlo de forma integral. Obviamente no es malo que algunos niños puedan acceder a un mejor tratamiento u operaciones que alivien su padecimiento, pero eso es una gota que se pierde en el mar de otras actitudes. ¿Sabe usted quiénes fueron los congresistas que lograron que no se incorpore en la ley sobre personas con discapacidad la obligación de que las empresas de más de cien trabajadores contraten un 2% de discapacitados para labores acordes? Mercedes Cabanillas y Víctor Andrés García Belaúnde. Oficialistas y opositores hermanados para cerrarles el paso al 10% de la población peruana, pero a la hora de las luces primeros en la fila de la caridad.
Por otro lado, el hecho que desencadenó el espectáculo de Palacio, fue el despido de más de un centenar de trabajadores del Hogar Clínica. Pues bien, ya los administradores de lo recaudado a través de un fideicomiso, han anunciado con la lógica MEF, que el dinero no se utilizará en pago de sueldos. Es decir, uno de los problemas de fondo se agrava aun más, cuando son esos trabajadores los que han sacado adelante los talleres y servicios de San Juan de Dios. Y con esa misma lógica, ya se viene proponiendo que la Teletón sea entregada a Ripley o Wong. Todo este cuento sería innecesario si no se habría exonerado, como señala Campodónico (2), de impuestos a los bienes de lujo que se compran en el país, como yates, licores, perfumes u otros, que dejan de pagar 40 millones de soles anuales.
La discapacidad es un problema de salud pública, y como tal responsabilidad del Estado. Que se puedan lograr asociaciones público privadas como plantea el Ministro de Salud, o contar con apoyo privado, es otro asunto. La caridad no debe convertirse en la política de Estado hacia las personas con discapacidad, sino en una cuestión accesoria. Las personas con discapacidad no acceden el Seguro Integral de Salud por ejemplo, ¿cómo se pretende avanzar con caridad farandulera cuando desde las políticas públicas no hay inclusión?
Los cientos de faranduleros y animadores que estuvieron en la Teletón de seguro se sintieron hombres de bien hablando de la columna curva de uno de los niños símbolo. Pero desde sus espacios en los medios de comunicación, la mayoría de ellos fortalece el estigma hacia el discapacitado o no abre el debate sobre la discapacidad. ¿Ha visto u oído usted en algún medio de comunicación nacional algún debate o propuesta que ataque la calamitosa situación de los discapacitados en el país? Pero a la hora de bailar con Alan la cola es larga.
Pero quizá lo más grotesco se reflejó cuando los organizadores no tuvieron mejor idea que exponer a la niña símbolo en un reportaje sobre su mal. La niña al verse en vivo exhibida sin su consentimiento, expuesta, desnudada en su enfermedad, tuvo un ataque de nervios y se puso a llorar y llorar y llorar. Frente a eso Mariella Patriau, que animaba la mascarada, no tuvo mejor ocurrencia que gritarle a la niña que no llore, que todo debía ser alegría, que la plata llegaba en camiones de Alicorp; y la niña llanto y más llanto. Y como dato adicional, una de las causas de que esa niña tenga el cerebro afectado, es una infección intra hospitalaria: una responsabilidad del sistema de salud, que debió ser indemnizada, pero que este ni ningún gobierno asume.
No creo en la buena voluntad de las grandes empresas que han donado supuestamente cifras enormes. Quisiera ver si eso es realmente dinero o especies y si lo gritado con bombos y platillos se hará efectivo. Ya el propio responsable del Hogar Clínica sinceró el tema señalando que los supuestos nueve millones pueden alcanzar para unos meses en determinados campos de atención, si es que no se hace inversión alguna.
El domingo 21 hemos visto una gruesa hipocresía de políticos, medios de comunicación, figuras públicas, actores de pacotilla. Casi todos los mencionados desde sus espacios no hacen nada por el bienestar de los discapacitados, pero al llamado del espectáculo nos venden que el Perú es un país de gran corazón. El año se cierra con la contradicción mayor para lograr el desarrollo: la caridad como política pública. Hasta enternece la huachafería.
La imagen corresponde a un dirigente de las personas con discapacidad de Satipo, selva central del Perú.
(1) De eso se trata; Jorge Bruce; domingo 21 en la República.
(2) Teletón y rebajas arancelarias; Humberto Campodónico, sábado 20 en La República.
Alexandro Saco
24 12 2008
(1) De eso se trata; Jorge Bruce; domingo 21 en la República.
(2) Teletón y rebajas arancelarias; Humberto Campodónico, sábado 20 en La República.
Alexandro Saco
24 12 2008
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