jueves, 3 de agosto de 2006

¿Están locos los palestinos? – Partiendo del texto de Trahtemberg

El sábado en El Comercio León Trahtemberg se preguntaba ¿Israel está loco? Ahora preguntémonos ¿Los palestinos están locos? No sin antes señalar que en este conflicto hay dos causas. Una judía por el derecho a un Estado que cobije a sus integrantes, y otra palestina, que lucha por tener ese mismo derecho en condiciones normales. Ambas causas originales son atendibles, pero las condiciones en que éstas se desenvuelven son distintas.

A la pregunta de si los palestinos están locos para actuar como lo hace Hamas o antes la OLP, se puede ofrecer algunos datos de la realidad. La ocupación de territorios palestinos es uno de los factores clave que abre el abanico a otros:
- La política de construcción de asentamientos judíos en las mejores zonas de Cisjordania, que en muchos casos se produce luego de la confiscación de terrenos, destrucción de cultivos o demolición de viviendas palestinas pobres, para sobre ellas edificar modernos y protegidos complejos de habitacionales.
- El control que Israel ejerce sobre el recurso agua, que no es distribuido según la densidad poblacional de cada pueblo.
- La construcción del muro de Cisjordania, que sería menos criticada si se diera en territorio israelí, y no en territorio palestino. Muro que sirve además para anexar tierras y convertir el desplazamiento de los palestinos en un castigo dentro de la misma Cisjordania. A propósito de eso Farid Kahhat pone un ejemplo: Si a una persona le molesta digamos el perro del vecino porque traspasa un cerco y maltrata su jardín, tiene todo el derecho de construir un muro, pero no en el terreno del vecino, sino en su propio terreno.
- Los centenares de Puntos de Control en los que tropas israelíes revisan el paso de los palestinos, asunto que puede durar horas de horas así se trate de emergencias como partos o enfermedades, con la consiguiente vejación que un control militar genera sobre civiles no milicianos.
- Las bombas sónicas, que vienen siendo denunciadas desde hace mucho; éstas consisten en vuelos rasantes de aviones de guerra en la franja de Gaza sobre todo en la madrugada, produciendo un sonido terrible, haciendo que todo tiemble y destruyendo la salud mental de sus habitantes, sobre todo niños.

Ante esas constataciones la pregunta de Trahtemberg puede reformularse. ¿Pueden los palestinos reaccionar con una sumisa pasividad frente a la destrucción de todo intento de consolidar un Estado? ¿Es válido sostener que hechos como el retiro de Gaza son concesiones frente a la que los palestinos se muestran desagradecidos, cuando todo lo demás se mantiene en un statu quo lacerante?

La causa judía se distorsiona frente a la incapacidad casi generalizada de observar lo que sucede en la vida cotidiana de sus vecinos y centrar el tema en la seguridad de la población israelí. Hamas justamente se nutre de esas contradicciones, de esas realidades que no han variado ni con la muerte de Arafat, ni con Camp David, ni con el “retiro” de Gaza, retiro que finalmente la convirtió en un encierro.

No existe un punto de inflexión en los pro israelíes que vaya más allá de un apoyo incuestionable a las acciones de sus gobiernos imbuidos de un militarismo histórico. Ni Olmerd ni Peretz son militares, pero hacen todo lo posible por parecerlo, se han convertido en sharonistas. En estos días, los principales programas televisivos en Israel están dominados por las figuras militares. Dan Halutz, uno de los jefes militares sería el que toma las mayores decisiones en Israel; es muy difícil oponerse a una guerra sin ser colocado en el lado del enemigo.

"Inter arma silent Musae" - cuando las armas hablan, las musas se quedan calladas. O, más bien: cuando las armas rugen, el cerebro deja de funcionar. Dice Ury Avnery (quien combatió en la guerra de 1948 que fundó Israel) en su último escrito. El ruido de la guerra tiende a sustentar los extremos. Lamentablemente el derecho del pueblo judío a un territorio y a un Estado, también se entrecruza con el interés geopolítico de los EEUU en Medio Oriente, lo que lo sigue debilitando. Israel es una realidad, pero esa realidad no puede convivir eternamente con la otra realidad a la que desoye, y en ese juego de sordos y ciegos el extremismo islamista es una respuesta que algunos pueblos consideran la más viable.

Alexandro Saco
www.radiosanborja.com
23 7 2006

No hay comentarios.: