lunes, 29 de octubre de 2007

El manganzón del hortelano *


Luego de leer el artículo de Alan García publicado en El Comercio ya no me cabe duda de que estamos ante un desequilibrado mental. Su retahíla de razones por las que el Perú es pobre son absolutamente contrarias a las que impulsó desde la oposición en el periodo de Toledo, y muchas de las adjetivaciones que hoy usa contra sus opositores le caben a él en sus años de primer gobierno. Pero al desequilibrado que tenemos de presidente no le importa nada más que quedar bien son su atribulada mente y una vez más, así como cuando violentó al hombre que se le cruzó cuando marchaba junto a la GCPT, hoy se lanza con la espada desenvainada de la teología de mercado.

¿A estas alturas de la historia alguien en sus cabales puede aceptar que toda inversión significa desarrollo? Y eso es lo que Alan García trasmite en su texto. Además, luego de afirmar que lo de Bahuaja Sonene eran fantasías de los puneños, lo primero que hace es lanzarse sobre la Amazonía en aras de sabe Dios qué compromisos asumidos a espaldas del país. Siguiendo con su rosario de descalificaciones, habla de ociosos e indolentes, para terminar sus intenciones forestales tratando a la Amazonia como si se tratará de un terral limeño que COFOPRI no lotiza. Pero no se queda ahí, afirma que se ha inventado la figura del nativo selvático no contactado, como si las fotos que muestra la expedición científica alemana fueran falsas, para evitar la explotación petrolera, ignorando que los ríos que envenenan a cientos de miles de selváticos como los llama, no son ficciones. Todo ese discurso, en un mundo que cada vez toma más conciencia del desastre ambiental en que vivimos, viniendo del presidente: el manganzón del hortelano.

Luego habla de la tierra y del trillado asunto del improductivo minifundio desenvainado nuevamente sus espadas contra los manipulables campesinos, casi animalitos incapaces de pensar por ellos mismos. No dice una palabra del fracaso de su Sierra Exportadora que todo su sequito aplaudió como verdad revelada. Y sigue afirmando que el problema de la sierra es que la falta de tecnología agraria se debe a que el campesino un llorón que le pide al Estado desde agua hasta abono, y claro, manipulado por comunistas, como los médicos esta semana por su gran idea del mal llamado SOAT médico. Habría que recordarle al manganzón del hortelano que uno de los problemas de los campesinos, es que la papa que se compra en la chacra a diez céntimos la venden en Wong o en los mercados a dos soles cincuenta, y así sucede con la mayoría de productos agrícolas, porque el Estado es incapaz de tener una política agraria coherente y el gobierno es machito con el miserable y cobarde con la transnacional; para no hablar de los subsidios agrícolas de los países que el mismo manganzón del hortelano señala al final de su diatriba dominical.

Aterriza luego en la minería, y señala una serie de afirmaciones mitológicas sobre las bondades de ésta, diciendo que la minería del siglo pasado contaminaba y que la responsabilidad de los daños ambientales está en esa época. La realidad es distinta, el daño ambiental de la minería en el Perú es en mucha medida actual, bajo la mirada de un Ministerio de Energía y Minas que es oficina anexa de las mineras. Olvida Alan García que alguna minería en el Perú mata no sólo por contaminación, sino a plomazo limpio y a golpes cuando la gente libremente expresa su rechazo a la dicotomía minería atraso, y que un síntoma clave de libertad es el ejercicio del voto para sentar posición; aunque él haya escupido en la cara de los ciudadanos de la sierra de Piura cuando decidieron expresarse. Parece que Alan García, así como habla de la fuerza de la sangre para tomar el poder en las cartas que le escribía a Haya del la Torre en los setenta y que Caretas ha mostrado en su edición 1999, hoy cree nuevamente en la fuerza de la sangre, pero de la sangre derramada en pro de la mala minería.

El factor García, como recuerda hace poco Alberto Adrianzén citando a Alfredo Barnechea, es el principal impulso, para tal o cual dirección, de la política nacional. Algunos analistas como Gustavo Gorriti, sostienen que aún hay que apoyar a García porque se mantiene en los límites de la democracia. El asunto es que con una democracia como la nuestra el manganzón del hortelano puede pasar piola despreciando a medio Perú, insultado a los que no piensan como él, y dividiendo el mundo entre buenos y malos, modernos y primitivos, o amenazando a los moqueguanos con cortarles al apoyo social si no acatan su manipulado censo. Creo que García ya sobrepaso los límites de lo aceptable y de la decencia política que le corresponde. Alan García no es alguien más, es el Presidente de la República, por eso es inaceptable que gobierne arrimado a un discurso y acción tan repulsivo y sin sustento práctico alguno en el mundo de hoy, a no ser el de los fanáticos pro mercado.

Este señor determina censos de cientos de millones de dólares, crea oficinas anticorrupción pero apaña a los corruptos de su gobierno haciéndose el ofendido y secundado por Jorge Del Castillo, e invade fueros para ganar la agenda. Habla de los antidemocráticos, cuando él, desconoció y torció el resultado electoral de hace dos años en las internas del APRA que daban la Secretaría General a Del Castillo, y obró según su conveniencia para imponer una Secretaría Colegiada y así minimizar a un sucesor. Ese manganzón del hortelano es el mismo que pretende darnos lecciones de desarrollo y de sostenibilidad económica, habiendo olvidado que es responsable de la mayor debacle económica nacional y del inicio de la debacle moral del país al haber engendrado a Fujimori. Ese señor que tenemos hoy como presidente no está a la altura de su cargo, sostiene perspectivas de un supuesto desarrollo excluyentes, habla de pájaros de mal aguero y de perros del hortalano, trasladando las responsabilidades que le competen a otros.

Pero finalmente su error más grotesco es persistir en esa visión del país como mendigo sentado en banco de oro que presenta en su texto de El Comercio. Debería invitar más seguido a Hugo Neira en lugar de a Aldo Mariátegui a Palacio de Gobierno para que le explique todo el daño que esa visión ha traído y trae al Perú. No se trata de riquezas que no explotamos por culpa de los comunistas, ecologistas o chavistas. El manganzón del hortelano debe saber que el desarrollo del Perú pasa por la mentalidad de sus políticos para llegar a la sociedad, de la cual el Presidente durante cinco años es el principal responsable por ser el símbolo humano de la nación. Pero con una mentalidad divisiva, que insulta a quien le dice que está mal lo que está haciendo el gobierno, que posee escuderos intrascendentes como toda su bancada y aliados que medran con vías expresas, que pretende voltear la realidad para satanizar el pensamiento distinto, seguimos como siempre, con posiciones políticas que pretenden tener la verdad. Ciudadano Alan García, inversión no es igual a desarrollo, el banco de oro es una excusa burda para no ir al fondo del asunto y el desprecio de su discurso es sublevante. El fondo es tener una concepción de desarrollo orgánica, no un par de libritos mal escritos en Paris. Dígame por favor usted, dejando de lado la perorata pro inversión, cuál es la visión de desarrollo que posee.

* Manganzón, na. 3. m. y f. C. Rica. Persona adulta con comportamiento infantil. DRAE
He pensado largo rato acerca de la conveniencia de utilizar la palabra manganzón para referirme al Presidente, llegando a la conclusión de que García merece también ser tratado como él trata a los demás, en el sentido peyorativo que puede tener la palabra; aunque comparada con sus insultos es casi un cariño.

Imagen de Carlín publicada en Domingo. La República 28 de octibre de 2007.
Alexandro Saco
29 10 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien el apelativo de Manganzon al sr. Garcìa, pues este señor no se da cuenta que toda su vida a vivido del Estado, tremendo manganzon que solo sabe hablar, aprendiò muy bien la lecciòn de la oratoria, hasta la fecha no vemos resultados en cuanto a desarrollo del paìs. Es un buen actorazo, de mentiroso no hay quien lo gane,este señor no debe olvidar que ha sido el principal propulsor del nacimiento como presidente del ladròn mas grande de nuestra historia el Sr. Fujimori. Quien sabe hasta la supuesta persecuciòn para matar a Alan Garcìa ha sido una pantomima creada por èl y Fujimori, si no por que tanta contemplaciòn y silencio còmplice, por supuesto que este perìodo de alejamiento del paìs disque como perseguido polìtico, le sirvio para reciclarse y regresar como hèroe al paìs y sabemos todos como ganò las elecciones. Làstima que hay mucha ignorancia en nuestro paìs, y la gente se deja llevar por esa prensa comprada,amarilla y sensacionalista. Tengo la esperanza que algùn dìa tendremos un gobernante con una visiòn de estadìsta y de desarrollo del paìs, y que en verdad ame a su patria.